Por: Dr.C Luis Gómez Gutiérrez
Aunque
el surgimiento de las MIPYMES es algo novedoso en Cuba a partir del Decreto-Ley
46 aprobado por el Consejo de Estado el 6 de agosto del 2021, este tipo de
organización empresarial tiene un desarrollo expandido en el Mundo y en
particular en América Latina y el Caribe desde el siglo pasado.
A nivel internacional las MIPYMES son unos de los pilares de la economía en términos de ofertas de empleo dado que representan el 99% del número de empresas totales y concentran el 77% del empleo; sin embargo, su participación respecto al PIB se reduce a 51% y de las exportaciones es de sólo 11%, lo cual se debe a su baja productividad. Efectivamente, se evidencia que alrededor de la mitad (41%) de las MIPYMES son menos productivas que las grandes empresas, sobre todo en países latinoamericanos.
Ya en Cuba se han creado 6 273 MIPYMES, el 89% privadas, que incursionan en las diversas áreas de la producción de bienes y la prestación de servicios a la población y con la creación de decenas de miles de empleos.
Estudios realizados en la región demuestran la importancia estratégica de las MIPYMES y su rol en el desarrollo económico. Paradójicamente, a pesar de la relativamente poca atención que reciben de parte de los hacedores de políticas en muchos países, las MIPYMES representan una de las principales fuerzas en el desarrollo económico, especialmente en los países en vías de desarrollo.
Los
beneficios más relevantes para la actividad económica, a partir del aporte de
estas empresas, están dados principalmente por:
· El desarrollo de habilidades emprendedoras.
· La flexibilidad que les permite a las MIPYMES adaptarse a cambios en la demanda y la oferta.
· Son una importante fuente generadora de empleo.
· Ayudan a la diversificación de la actividad económica.
· Pueden significar un importante aporte económico y social a las comunidades.
En
el caso de Cuba esta actividad económica es complementaria al papel principal
que desempeña la empresa estatal socialista, pero pueden realizar un importante
aporte a las exportaciones y al comercio. En muchos países, las políticas para
el desarrollo de las MIPYMES deben sortear importantes obstáculos como son:
· Falta de legislación, de promoción e infraestructura suficientes.
· Insuficiente acceso a créditos y medios de financiación.
· Poca atención a las necesidades de formación y capacitación de su capital humano.
·
Notable atraso en innovación que
provoca bienes y servicios con bajo valor añadido.
Las MIPYMES pueden expandir y fomentar la actividad emprendedora y la innovación y pueden desempeñar un papel relevante en la provisión de servicios para la comunidad, y realizar una importante contribución a los programas de desarrollo regional. En Cuba más del 80% de los municipios poseen MIPYMES y 138 de ellas están directamente vinculadas al desarrollo local.
Cuando
se compara en términos de PIB el aporte de las MIPYME. sobre todo, en los países
latinoamericanos analizados, se aprecia una considerable reducción en
referencia al número de empleo y de empresas. Esto se debe al
menor nivel de productividad, así como por el difícil acceso al sector financiero,
mano de obra no calificada, menor disponibilidad de capital de trabajo, exceso
de regulaciones y de trámites, poca información y rezago tecnológico, entre
otros factores. Estos problemas se acrecientan a medida que el tamaño de la
empresa es menor.
En términos de PIB, el aporte de las MIPYMES baja considerablemente cuando se compara con los niveles de empleo y el número de empresas, generando en promedio el 51,2% del PIB total, mientras que a nivel desagregado las micro, pequeña y medianas empresas tienen una participación muy similar del orden del 17%. En los países europeos el aporte al PIB es del orden del 60% pero en latino américa no supera el 40.
En
cuanto al aporte a las exportaciones por parte de las MIPYMES latinoamericanas
es reducido alcanzando solo 11% en promedio. Por su parte, las microempresas
solo participan con el 1,2%; seguidas por las pequeñas y medianas empresas con 2,1%
y 9,6%, respectivamente. El reducido
aporte al PIB y a las exportaciones por parte de las MIPYMES, principalmente
latinoamericanas, se explica por el menor nivel de productividad.
En
Cuba a muchas de las dificultades apuntadas hay que añadir los efectos
negativos de las agresiones económicas y sanciones unilaterales que en contradicción
con cierto discurso demagógico que pretende demostrar un supuesto
estímulo al sector privado de la economía, afecta notablemente el desarrollo de
las MIPYMES que en su mayoría están compuestas por emprendedores privados.
La situación económica del país limita considerablemente el acceso a las divisas necesarias para importar las materias primas y otros insumos imprescindibles para mantener los niveles productivos que necesitan estas empresas. Se afecta el mantenimiento y renovación del parque tecnológico reduciendo la capacidad para elevar la productividad del trabajo, el uso racional de la fuerza laboral y la diversificación de las ofertas con un incremento del valor añadido.
Una
contradicción que deben sortear los empresarios cubanos radica en la reposición
de los gastos en divisas al comprar en moneda convertible las materias primas y
otros insumos y luego comercializar la producción de bienes y servicios en la
moneda nacional. Algunos justifican los precios excesivos de algunos productos,
por los gastos en que incurren comprando divisas en el mercado informal, con la
consecuente afectación a la población que ve afectada su capacidad de compra
sobre todo por quienes dependen de los salarios y pensiones que pagan las
instituciones estatales.
Las MIPYMES en Cuba apenas tienen un año de creadas y seguramente que las experiencias que se acumulen serán debidamente estudiadas por los órganos que correspondan para realizar los ajustes oportunos que cada momento demande.
El
Ministerio de Economía y Planificación ha creado mediante Resolución el Consejo
Nacional que lo integran representantes de los Ministerios de Finanzas y
Precios; de Comercio Exterior e Inversión Extranjera; de Trabajo y Seguridad
Social y el Banco Central de Cuba, además en el que también participan
científicos y expertos de centros académicos y de ciencia, tecnología e
innovación. Este órgano colectivo fomentará políticas públicas de apoyo a las
MIPYMES.
Es
también importante que los directivos de estas nuevas formas empresariales
cumplan con la legislación vigente para todos los ámbitos de la actividad
económica, financiera y técnico material prestándole atención especial a la
formación y superación del capital humano. La aplicación de lo establecido para
el funcionamiento de la Junta General de Socios, del Órgano de Administración y
el Órgano de Control y Fiscalización se debe convertir en la garantía de la
dirección colectiva y el cumplimiento de la legalidad socialista.
FUENTES CONSULTADAS:
Gaceta Oficial de la República de Cuba: Decretos Leyes 44; 45; 46. Decreto 49. Resolución del MEP 63/2021. Resolución 345/2021 del MFP. Resolución 350/2021 del MFP.
Publicaciones del Ministerio de Economía y Planificación.
CEPAL. MIPYMES en América Latina.
CIEN. Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales
OECD. América Latina y el Caribe. 2019
Real Instituto ELCANO.